Vitamina C y derivados
La Vitamina C es un ingrediente muy eficaz para el cuidado de la piel con una amplia gama de beneficios:
- Promueve la síntesis de colágeno y elastina, y por tanto reduce la aparición de signos de envejecimiento en la piel
- Es un potente antioxidante que ofrece protección contra los radicales libres de oxígeno, los cuales se generan en las células ante la exposición al sol, el tabaco y otros factores. El estrés oxidativo se manifiesta con una piel con aspecto apagado y cansado y la vitamina C le aporta el estímulo que necesita para mantenerse joven y fresca.
- Ilumina la piel y previene la pigmentación al inhibir la producción de melanina.
La vitamina C se presenta de diversas formas, la más conocida y eficaz es la vitamina C pura, conocida como el ácido ascórbico. Otras formas derivadas de vitamina C que suelen incluirse en productos para el cuidado de la piel incluyen ascorbil fosfato de magnesio, ácido L-ascórbico, ascorbato de tetrahexildecilo, palmitato de ascorbilo, etc. En cualquier forma, la vitamina C proporciona una potente protección antioxidante, protegiendo la piel de los radicales libres.